Organizacion política y administrativa durante la colonia
La economía de la colonia
Siglo XVI “Mineria”
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En la época colonial
comenzaron a explotar lavaderos y minas, generando una importante riqueza a
costa del trabajo de los indígenas chilenos. Esta se concentró en la
explotación de los lavaderos de oro, como Quilacoya y Madre de Dios, ubicados
al sur de Chile, por lo que su explotación estuvo supeditada al desarrollo del
conflicto con los indígenas. Las minas se
convirtieron en un gran pilar de la economía durante este período, influyendo
fuertemente en la vida social de la población, por lo que la Corona se
encargó de proteger todo tipo de explotaciones mineras, el oro y la plata, no
solo por lo que significaba para la comunidad, sino porque el quinto real,
tributo del 20 por ciento que se pagaba por estos elementos, era esencial
para la metrópoli.
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Siglo XVII “Ganaderia”
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La actividad ganadera predominó durante los
primeros cien años de la Colonia, siendo el sebo y el cuero los principales
productos. Mientras el primero constituía la materia prima en la elaboración
de las velas, el segundo era exportado hacia Perú, donde era transformado en
diversos objetos, como suelas, badanas o cordobanes.
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Siglo XVIII “Agricultura”
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Durante el siglo XVIII la
agricultura fue la actividad económica más importante. Factores externos (una
devastadora plaga arrasó con casi la totalidad de los cultivos peruanos)
aceleraron la demanda de nuestros productos, especialmente del trigo. Chile
fue considerado, entonces, el granero del Perú, haciendo disminuir así las
labores ganaderas e implementándose incluso una red vial para facilitar la
exportación de los productos agrícolas.Entre los cultivos más frecuentes que
se desarrollaron en las estancias se encontraban el trigo, la cebada, el
maíz, árboles frutales, hortalizas y viñedos.
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pirámide social
Como todos los países Chile tenia sus propias culturas las cuales en esa época fueron:
- La literatura: Nuestro país desde muy temprano se vio favorecido por la presencia de importantes hombres de letras. Es así como ya en el siglo XVI , surge La Araucana del poeta español Alonso de Ercilla, y el Arauco Domado del poeta chileno nacido en Angol, Pedro OñaChile.
En el siglo XVII aparecieron interesantes obras literarias como La historia general del reino de ; Flandes Indiano del padre Diego de Rosales; Histórica relación del reino de Chile del padre Alonso de Ovalle; Desengaño y reparo de la guerra del reino de Chile, del capitán español Alonso González de Nájera; El cautiverio feliz de Francisco Pineda y Bascuñán, quien en su poema contó las aventuras que vivió entre los araucanos, luego de caer prisionero.
- La pintura y la escultura: Durante el siglo XVI no hubo en Chile un desarrollo adecuado de las artes plásticas; habían tareas más urgentes que realizar, como era afianzar la conquista del territorio. Sin embargo, se puede percibir algún primer intento de este arte en la construcción de la catedral de Santiago y en la Iglesia de San Francisco, sobre todo en altares y campanarios.
En el siglo XVII, la construcción estuvo orientada especialmente a establecimientos militares y religiosos: los altares, púlpitos, puertas de las iglesias, eran tallados a mano usando las más nobles maderas del país. Las pinturas religiosas así como las imágenes eran traídas desde Lima, donde pintores y escultores encontraron fama. Sin embargo, en Chile hubo en este siglo un notable pintor: Juan Zapaca Inca, artista que pintó la vida de San Francisco y que a través de sus cuadros con escenas de la vida del santo es posible conocer los trajes, costumbres y formas de vida de Chile en ese siglo. Hoy se conserva parte de sus obras en el Museo de San Francisco.
Durante el siglo XVIII se mantiene en las artes plásticas la influencia de los estilos llamados "quiteño" y "cuzqueño"; pero desde mediados del siglo llegan al país jesuitas alemanes que influyen poderosamente en el desarrollo artístico de Chile. Estos jesuitas trabajan en los talleres que mantenía la Compañía de Jesús en Calera de Tango; desde allí salen muebles, relojes, campanas, cuadros, cálices, patenas e imágenes sagradas que van a embellecer el templo de la Compañía en Santiago. Sin embargo, esta tarea se ve detenida con la expulsión de los jesuitas en el año 1767, durante el reinado de Carlos III.
También se encuentran las costumbres las cuales muchas de ellas aun siguen realizándose por ejemplo:
La música, el baile, la comida y la bebida
En los cuales: La música y el baile eran utilizados principalmente en las celebraciones espirituales expresados a través de cantos gregorianos entonados por sacerdotes y soldados; en cambio la música “de ocasión” se caracterizaba por la improvisación.
Uno de los cantos predilectos en la época colonial eran los Villancicos con el objeto de ser cantados durante la Pascua, en los nacimientos y pesebres, fiestas que generalmente eran populares.
El baile corresponde a uno de los elementos más variados y adaptables según sea su objetivo. En las celebraciones religiosas el baile procesional cumplía un papel fundamental ya que representaban los saludos a la Virgen.
La comida fue primordial en todas las celebraciones ya que estos daban calidez y ceremonia a todos los encuentros sociales. En cualquier diversión programada la gente se recreaba con un refresco, dulces y licores convirtiéndose así en una constante en los festejos.
La bebida la encontramos en todas las celebraciones y tipos de fiestas como las chinganas o pulperías. Aquí se tomaba el mate, la chicha y el vino, el cual era infaltable en los banquetes y festejos donde era muy reconocido y alagado.